Equipo

Casa Mediterráneo

"El buque sumergido"

España

2010

Cliente: Casa Mediterráneo. Ministerio de Asuntos Exteriores. Gobierno de España.

Ubicacion: Alicante

Proyecto seleccionado en el concurso de ideas para la transformación de la antigua estación ferroviaria de Benalúa, en Alicante, en la sede de Casa Mediterráneo, dependiente del Ministerio de Asuntos Exteriores español.

El proyecto parte de la premisa de que el edificio ha de convertirse en un gran espacio abierto a la ciudadanía, que permita realizar una programación variada, funcional para el personal usuario habitual de las dependencias y a la vez, convertirse en un icono de la mediterraneidad, vinculado al el mar que le da nombre.

La estación de ferrocarril a remodelar pertenecerá, de modo figurado al mundo submarino. Una nave submarina que se esconde en el fondo de nuestro mar. El mismo Mediterráneo entrevisto en las pinturas de Matisse y Picasso, en cuyas profundidades yace un buque con un feliz mensaje de aventura. Se trata de un casco de nave habitada, que asciende o baja en latidos mecánicos, para que reúnan en él todas las personas que gozan del mar, en un abordable buque-auditorio. Buque sumergido, que puede esconderse dejando el vientre marino con su lecho limpio y con un jardín de nostalgia mediterránea. Porque las plantas de tan singular jardín, que han de cubrir el auditorio móvil, serán cactus, helechos, cicas, juncos, una vegetación sin flores con apariencia de suelo.

Este ambiente acuático se completará con un cielo de nubes, formando olas, el cual derramará luces y sombras coloreadas en gamas de azules, impregnando el espacio del fantástico baño de mar. Para conseguirlo se aplicarán sobre las cerchas de la cubierta, elementos hinchables, prolongados en un rizado oleaje, como extendidos en el amanecer del océano.

Y debajo de esta bóveda de radiante viveza, surgirá en el centro del hall, en el momento que convenga, una nave sumergida –cuerpo de estudiado auditorio– dispuesto a embarcar a muchos visitantes. Cuando se esconda, despejará todo el ámbito submarino dejando, sembrada en el suelo, una madrepórica vegetación. Y permitirá, a su vez, mirar el horizonte de remanso mediterráneo con olivos y pinos, allá en la lejanía.